viernes, 19 de junio de 2015

LAS HUACAS DEL SOL Y LA LUNA

INTRODUCCIÓN

Conocer la historia juega un papel muy importante en el desarrollo de los pueblos, ya que nos permite evitar los errores cometidos por nuestros antepasados, así como también rescatar los aportes de las diversas culturas a la civilización actual.
La  región de la liberad se caracteriza por poseer riquezas culturales de gran valía, sobre todo, los restos arqueológicos, que constituyen el legado más importante de nuestros antepasados, que debemos valorar y conservar para nuestras futuras generaciones. Uno de las culturas que nos ha legado su patrimonio fue el pueblo Moche, quienes desarrollaron principalmente la cerámica y la arquitectura.
Es por ello que, en este trabajo, desarrollamos el tema relacionado a la arquitectura de los Moche. Las manifestaciones culturales más importantes de su arquitectura están representadas por las Huacas del Sol y de la Luna.

La estructura de este informe  se conforma  mediante la descripción de las experiencias recogidas de nuestra  visita al centro arqueológico de las huacas de la luna y el sol; para valorar nuestra realidad regional.
DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO A LAS HUACAS DEL SOL Y LA LUNA
El recorrido se inicio saliendo de la Universidad Nacional De Las Santa horas de 6:30 am. Llegando a las 8:30 am al complejo arqueológico Huacas del Sol y de la Luna incluye dos grandes pirámides truncas, la Huaca Las Estrellas, Huaca del Cerro Blanco, geoglifo de la Araña y otras construcciones ubicadas en la costa norte del Perú, en un paisaje caracterizado por la imponencia del Cerro Blanco, la vegetación que crece gracias a las aguas del río Moche y la cercanía al mar.
Ambas huacas constituyeron el centro del poder del milenario pueblo mochica, que se desarrolló entre los año 100 y 900 después de Cristo. Actualmente el complejo arqueológico, también conocido como Huacas de Moche, abarca unas 60 hectáreas de extensión.
Ambas huacas están separadas por una explanada de unos 500 metros, donde aún se conserva bajo tierra el centro urbano que albergó a la élite moche.
Algunos investigadores sostienen que el reino mochica cayó por el impacto generado por el fenómeno de El Niño, que periódicamente causa lluvias torrenciales e inundaciones en la costa norte del Perú.
Al caer el reino Moche, sus territorios fueron ocupados sucesivamente por los pobladores de las culturas Lambayeque y Chimú, descendientes de los Moche. Alrededor de 1470 los Chimú fueron vencidos por los incas, poco antes de que los españoles desarticularan al imperio inca, el Tahuantinsuyo.
Pero antes de visitar LA HUACA DE LA LUNA, compramos las entradas al museo  y la reunía.
 EL MUSEO 
La visita al museo Presenta ceramios únicos, de gran belleza, originalidad y simbología. Entre ellos tenemos al Pato Guerrero, al Sacerdote Ciego con escarificaciones en el rostro y en evidente trance shamánico, y el Manto Felino, pequeña prenda forrada en láminas de oro con soporte de algodón y cuero, decorada con plumas, utilizada en rituales como la ceremonia de la coca. Se ha diseñado para ser visitado sin la necesidad de contar obligatoriamente con el acompañamiento de un guía.

El Museo Huacas de Moche tiene como finalidad mejorar las condiciones del proceso de investigación y conservación que desarrolla el Proyecto Arqueológico Huacas del Sol y de la Luna, así como promover y divulgar los conocimientos alcanzados sobre el sitio de Moche, como centro principal de la sociedad Mochica.
Está destinado a impulsar las estrategias de puesta en valor y uso social de este patrimonio monumental, favoreciendo la afluencia turística y fortaleciendo los vínculos con la comunidad local. El museo se plantea, entonces, como un espacio vital de conservación, investigación y difusión de conocimientos.


En la cerámica pictòtoria                            
 








En la cerámica escultórica


La cerámica Moche, es de todas las culturas peruanas la más realista y expresiva. y tenía como función servir de ofrendas en los templos y plataformas funerarias.
Dada la calidad estética y temática de su innumerable producción se ha convertido en el mejor espejo de su vida cotidiana y espiritual.

Las técnicas de manufactura en CERÁMICA más usuales fueron el moldeado y el estampado.
Emplearon la arcilla con contenidos de hierro (roja) y de alúmina (blanca). Como fundentes usaron el carbonato cálcico o polvo de huesos y, como temperantes, cuarzo, silex, pirita molida y arena fina.
Manejaron temperaturas de 800 ºC a 1000 ºC utilizando leña de algarrobo y huarango como combustible.
El sitio de Cerro Mayal, que se encuentra en la parte baja del valle de Chicama; ha proporcionado informaciones valiosas para la reconstrucción de las actividades que se realizaban en un gran taller especializado de cerámica; identificándose la variación de los productos manufacturados y reconstruyéndose así la naturaleza tecnológica de fabricación, como el uso de moldes y hornos.
Una de las expresiones culturales más extendida y conocida (aunque muchas veces confundida tras el evidentemente erróneo calificativo de “arte inca”), es el de la Cerámica de los “HUACOS”.
Los ceramios o “HUACOS” Moches (vasijas cerradas, de cuerpo globular o escultórico, base plana y con un gollete tubular en forma de asa estribo), han sido uno de los elemento primordiales para conocer no solo el espiritu de esta cultura preincaica, sino la sociedad y el entorno natural en el que se desarrollaron.


En términos generales ésta es bícroma (rojo sobre crema). Estos colores poseen una amplia gama de tonalidades, existiendo una tendencia a ser más oscuras al final del desarrollo Moche.
La cerámica norteña es de color naranja o crema con los diseños en rojo o púrpura, mientras que la cerámica sureña utiliza el fondo blanco o crema y los motivos en rojo o en ocre.
Elaboraban su cerámica individualmente, pero también llegaron a emplear moldes hechos de cerámica para proveerse de una producción masiva de recipientes especialmente de los que acompañaban a los difuntos ilustres en calidad de ofrendas.
 La gran mayoría de los ceramios tuvieron uso ritual funerario.
Tan comprometido con la cultura ha estado la alfarería que incluso ha sido el elemento del que actualmente nos servimos para determinar las diferentes etapas de evolución cultural Moche.
Cabe distinguir básicamente tres tipos de Cerámica: COMÚN, PICTOGRÁFICA y ESCULTÓRICA.
Cerámica COMÚN
En la cerámica COMÚN las formas más usuales son las vasijas cerradas de cuerpo globular, asa estribo y gollete; los cántaros con gollete evertido; los vasos acampanulados, llamados también floreros; las figurinas, silvatos, etc.
La decoración fue a base de dos colores: crema y rojo indio, siendo la forma más preferida y típica la BOTELLA ESFÉRICA de BASE PLANA y ASA ESTRIBO.
Por ser “común” no fue menos extrarordinaria en el contexto cultural preincaico: dentro de la morfología de la cerámica, existe una gran variedad de formas: botellas, cántaros, ollas, "cancheros" con mangos y sin ellos, vasos, cuencos, platos, copas.
Cerámica PICTOGRÁFICA
En la cerámica PICTOGRÁFICA las escenas pictóricas, a pesar de tener una representación tan sólo bidimensional, son complejas y trabajadas con pinceles finos sobreincisiones que las delimitaron previamente.
La cerámica pictográfica era ejecutada con pinceles de pelo de animales y humanos, plumas de aves y puntas de carrisillos.
Los diseños o dibujos se hacían mediantes colores planos, los personajes, llenos de contraste, se respresentaban de perfil, con algunos espacios rellenados de color rojo indio y complementado con líneas muy finas y elegantes.
Los motivos pintados en el entorno de los cuerpos globulares de los ceramios incluyen temáticas variadas de su mundo ecológico, de sus actividades básicas de caza, pesca, recolección, tecnologías, batallas, danzas, sexualidad y un complejo mundo de representaciones ritualísticas: ceremonias de sacrificios humanos, transformaciones míticas: antrozoomórficas, antro-ictiológicas, antro-ornitomórficas; complementado con una serie de elementos tipo geométricos, como signos escalonados, grecas, cruces, círculos, orlas, volutas, etc.
Cerámica ESCULTÓRICA
En la cerámica ESCULTÓRICA se reproduce personajes, diseños arquitectónicos, animales, instrumentos musicales, etc.. Característica general es el uso del llamado asa estribo. Los ceramios escultóricos son los más
Excepcionales por su realismo y proporciones; muchos presentan incrustaciones de nácar, hueso e incluso láminas de oro.
Gracias a sus ceramios podemos igualmente distinguir larepresentación de su fauna, abarcando todas las especies del entorno geográfico y reino zoológico de la costa, sierra y selva. Muchas de ellas fueron ejecutadas en forma realista y natural.
Especies domesticadas como la llama, el perro y los cuyes.

Especies salvajes como:
a) Mamíferos como el puma, otorongo, zorro, venados, monos, vizcachas, murciélagos, ratones, ballenas, tiburón, lobos marinos, y focas.
b) Reptiles como la tortuga, lagartijas,"cañan" especie de lagartija comestible, la iguana, y las serpientes.
c) Moluscos y Crustáceos como cangrejos, pulpos, estrellas de mar, caracoles marinos, de tierra o de río, camarones, erizos, y "caballitos de mar", etc.
d) Peces como los tollos, rayas, anchovetas, bonitos, chitas, róbalos, bagres, lisas, lenguados, tramboyos, etc
e) Batracios: sapos, ranas.
f) Aves: búhos, lechuzas, palomas, loros, patos, tucanes, guacamayos, papagayos, picaflores, halcones, águilas, cóndores, etc. o pelícanos, gaviotas, patos marinos, guanayes, piqueros y zarcillos.
g) Insectos como las mariposas y arañas

 
Retratos, de estados psicológicos. ( desbordante gesto de alegría, amor, odio, tristeza, dolor, soberbia y placer, etc.) En cada huaco retrato se refleja el dominio estético de la expresión humana.


Representación de afectaciones por enfermedades patógenas como: labios leporinos, jorobados, siameses, afecciones a la columna, crecimiento exagerado de la cara, manos y pies, presencia de la uta y otros síndromes.


Metalurgia MOCHE

Los Mochicas fueron expertos fundidores de metales. Conocieron sus propiedades físicoquímicas; desarrrollaron técnicas de manufactura y sobre todo aprendieron sobre la extracción de los minerales y los tratamientos metalúrgicos.
Dominaban el oro, la plata, el cobre, el plomo, el mercurio y procesos de aleaciones como el bronce el cobre dorado, oro y plata dorada, que son el resultado de la aleación del cobre, oro y plata en especiales proporciones, llamado tumbaga, y en combinación con elementos reactivos, con el objetivo de una depositación electroquímica, usando para ello minerales corrosivos como: sal común, nitrato de potasio, alumbre de potasa, sulfatos dobles de aluminio y potasa, sulfato férrico y cloruro de sodio, antioxidantes, carbón vegetal y greda

Desarrollaron, así mismo, tecnologías de fundición, refinación, soldaduras al fuego y al frío, repujado, vaciado a través de moldes, laminados y filigrana, etc.
Confeccionaban una variedad de objetos de uso real, sacro y militar; también adornos    para la élite y domésticos como collares, narigueras, orejeras, brazaletes, pinzas, sortijas, coronas, pectorales, platos, copas, cuencos; instrumentos agrícolas, quirúrgicos, cuchillos, máscaras funerarias, protectores y perfectos instrumentos musicales como sonajas, pitos, quenas, tambores, etc.

LA LEYENDA
Cuenta la leyenda que durante la “era de los gentiles”, dos hermanos, habitantes del lugar, encontraron una pequeña serpiente de dos cabezas a la que adoptaron, llevándosela a vivir con ellos. Este animal no era una serpiente común, era un demonio que crecía día a día, de manera exponencial, conforme se alimentaba. Cuando la serpiente alcanzó el tamaño de un hombre, los habitantes del pueblo obligaron a los hermanos a deshacerse de ella, pues ponía en peligro no sólo la vida de los animales que criaban, sino la de los mismos vecinos. Muy a su pesar, los hermanos condujeron a la serpiente hasta el mar donde, con engaños, la abandonaron. La serpiente, al darse cuenta de que había sido abandonada, inició el viaje de regreso a la casa de los hermanos.
En su camino, el ofidio de dos cabezas fue comiéndose todo lo que encontraba a su paso, incluidos hombres y animales grandes, como las llamas, ganando cada vez más y más tamaño. Uno de los vecinos del pueblo, la vio venir a lo lejos y dio la alarma en el pueblo. Todos sus habitantes emprendieron una huida que los llevó hasta las faldas del cerro que ahora se conoce como cerro Blanco.
En el momento en que la serpiente de dos cabezas llegó a ponerse a tiro para devorarlos, el cerro Blanco se abrió y por él entraron todos los pobladores de la aldea, cerrándose a su paso. Cuando el peligro pasó, los hombres salieron desde las entrañas de la montaña tras lo cual esta se cerró. La línea negra que atraviesa el cerro Blanco sería la cicatriz que quedó tras esta experiencia sobrenatural. Viendo que este cerro era mágico y que el dios de la montaña les había ayudado a ocultarse de la serpiente, los hombres construyeron en su honor el templo que ahora conocemos como la Huaca de la Luna y vivieron a sus pies, fundándose la ciudad que ahora los arqueólogos y conservadores tratan de entender, desentrañando sus secretos para el mundo.
HUACA DEL SOL

La Huaca del Sol es un edificio construido con fines administrativos, consistente en una pirámide escalonada de unos 43 metros de altura. Cuenta con cinco grandes terrazas, la mayor de ochenta metros de longitud, sobre unas bases de 228 de largo por 136 de ancho y la plataforma de 18 metros de altura, está coronada por una pirámide de 23 metros de alto, que tiene una base cuadrangular de 103 metros de lado. Según la leyenda, este monumento fue construido en tres días por un cuarto de millón de hombres habiendo utilizado aproximadamente unos 130 millones de adobes. Esta Huaca fue el centro político administrativo de esta cultura y de vivienda para la alta sociedad mochica. El templo es una de varias ruinas que se encuentran cerca de la cima de Cerro Blanco, en el desierto costero cerca de Trujillo, Perú. 
Por 450 CE, ocho diferentes etapas de la construcción se había terminado en la Huaca del Sol. La construcción del templo fue aditivo; nuevas capas de ladrillos se colocan directamente en la parte superior de las cantidades de edad, por lo tanto, gran cantidad de ladrillos necesarios para su construcción.
Se ha estimado por los arqueólogos que la Huaca del Sol se compone de más de 130 millones de ladrillos de adobe y era la mayor estructura de adobe precolombina construida en las Américas.
El número de marcas de fabricantes diferentes en los ladrillos sugiere que más de un cientos de comunidades diferentes contribuido ladrillos para la construcción de las Huacas.
La Huaca del Sol se compone de cuatro niveles principales y la estructura fue ampliada y reconstruida por los gobernantes diferentes a lo largo del tiempo. Situado en el centro de la ciudad capital de Moche, la evidencia arqueológica sugiere que este templo fue utilizado para la actividad ritual y como residencia real y cámaras funerarias.
Se ubica en la planicie que separa las dos huacas. Esta zona aún no ha sido excavada, por lo que no es posible visitarla. Desde la parte alta de la huaca de la Luna se puede tener una visión panorámica de su extensión.
Son construcciones de adobe donde residieron los personajes de la élite, los artesanos y otras personas que trabajaban para el Estado Moche. Las estructuras evidencian funciones administrativas, residenciales, religiosas y artesanales; así como la producción de la chicha. Su planificación presenta corredores, plazas, grandes avenidas, canales de agua y una zona funeraria.
Durante la ocupación española del Perú en el siglo XVII, las aguas del río Moche fueron re-direccionados a funcionar más allá de la base de la Huaca del Sol con el fin de facilitar la recuperación de artefactos de oro del templo. La creación de esta mina hidráulico dañado enormemente la Huaca del Sol, y se estima que aproximadamente dos terceras partes de la estructura se ha perdido a la erosión y los saqueos.
 La estructura restante se encuentra a una altura de 41 metros (135 pies). Se cree que originalmente fue de unos 50 metros de altura. Los saqueos y la erosión debida a El Niño continúan siendo las principales preocupaciones para el día de hoy.

La parte occidental de la huaca fue destruida durante el periodo colonial por inescrupulosos "huaqueros" (ladrones de restos arqueológicos) quienes con la finalidad de buscar tesoros en el interior desviaron el curso del río Moche el cual partió la pirámide en dos. El resultado fue desastroso y aunque los saqueadores no encontraron ningún tesoro que llevarse la corriente arrasó cerca de dos tercios del edificio. 
Sin embargo, ese mismo corte permitió ver que toda la pirámide estaba construida con adobes. Al haber sido cortada desde la base también se pudo observar que la Huaca del Sol no fue construida en un solo momento, sino que sufrió muchas modificaciones y ampliaciones hasta tener la estructura con la que actualmente la conocemos. Se han llegado a contar hasta ocho etapas constructivas siendo la más antigua la de la primera fase Moche.
HUACA DE LA LUNA

El mundo de los moches estaba regido por un calendario ceremonial que emulaba el ciclo de la naturaleza, las estaciones, el movimiento de los astros y los principales fenómenos naturales, como el inicio de la época de lluvias, los solsticios, equinoccios y eclipses de sol y luna. En la Huaca de La Luna, los sacerdotes y gobernantes Moche celebraron las principales fechas de este calendario ceremonial, adornando esta pirámide con bellos frisos y altorrelieves multicolores.
HUACA DE LA LUNA
El templo principal de la cultura Mochica fue la Huaca de la Luna, separada 500 m de la Huaca del Sol. Sus dimensiones abarcaban un área de 290 x 210 m, orientada de norte a sur.

En realidad se trata de una serie de construcciones superpuestas correspondientes a diferentes épocas, incluso siglos de diferencia. Como nos comentara la guía, no necesariamente se trataba de restauraciones, sino que implicaba el surgimiento de nuevas dinastías, que construían una pirámide sobre la anterior.

La Huaca se compone de una gran plataforma construida de abobe sólido, ubicada en la esquina suroeste del monumento. La segunda plataforma se halla en la esquina sureste y la tercera en la esquina noreste. Estas plataformas se conectaban a través de cuatro plazas que se emplazaban a distintas alturas. La plaza más grande (180 x 100 m) y acceso al conjunto se ubica al norte (esta es en realidad una característica común a las construcciones mochicas). La segunda plaza se encuentra frente a la primera, pero 3.5 m más arriba. La tercera y cuarta plazas eran más pequeñas y se encuentran en la parte superior del conjunto.

La plaza principal era decorada con motivos de guerreros, y aquí se llevaban a cabo sacrificios humanos.


En contraste con el sobrio minimalismo de los incas, las construcciones mochicas estaban te decoradas con murales policromáticos que alternan tonos rojos, amarillos, azules, blancos y negros en la representación de motivos guerreros y religiosos. Particularmente notable es la figura del Dios Degollador o Ai apaec.

"Tales pinturas no eran solamente decorativas, aunque cumplieron un rol vivaz al incorporar el color y el ritmo a los finos enlucidos de barro de los muros de los recintos principales. Tuvieron significado. Fueron jeroglíficos. Parte de una semántica ahora olvidada.".

Las composiciones murales mantienes características comunes a otras culturas en el arte peruano: patrones geométricos, simetría, figuras antropomórficas, colores planos.

"Las bellas y sugerentes obras murales vinculadas a moche fueron realizadas sobre fondo blanco aliado y pintado de blanco. Se trazó una incisión leve, con trazo seguro, que después fue pintada de negro. Las superficies así delineadas fueron pintadas con rojo, rosado, amarillo, azul, marrón, en colores planos, sin degradé."

Imagino pues la potencia de este paisaje artificial creado en un medio inhóspito, presidido por la forma cónica del Cerro Blanco y secundada por las imponentes moles de adobe. Los habitantes de la ciudad debieron haberse sentido sobrecogido por la imponente presencia de estos gigantes monumentos entonces polícromos, y danzas y rituales debieron haber poblado sus plazas, además de numerosos sacrificios humanos a fin de aplacar la ira de los dioses, siempre sedientos de sangre.

Estas enormes pirámides debieron también haber impresionado sobremanera a los incas a su paso por estos territorios durante la conquista del norte. A pesar de haber estado abandonadas ya por 500 años en ese entonces los incas no pudieron dejar de asignarles un significado sagrado y llamarlas "huacas"

Al final, encontré esta visita sumamente interesante y, gracias a los recientes descubrimientos arqueológicos, pude ver mucho más de lo que había visto en oportunidades anteriores. Con los fascinantes planes de excavación y las muchas cosas por descubrir, así como la implementación del museo de sitio en construcción, la antigua capital Moche promete mostrar muchos más de sus tesoros ocultos en un futuro cercano.
CONCLUSIONES
Ø  El norte del país es una zona de gran interés arqueológico que por varias generaciones de estudiosos han visto en la costa norte peruana, una zona con una gran tradición cultural Moche y Chimú.
Ø  Los Moche fueron poseedores de grandes valores históricos, estéticos, culturales y sociales, por lo que su legado histórico-cultural  nos identifica como región.
Ø  Es importante resaltar uno de los detalles en las técnicas de construcción que utilizaron los Moche. Las construcciones arquitectónicas fueron hechas de adobe, usando la técnica del “bloque de adobe tramado”.
Ø  Las Huacas del Sol y de la Luna son los templos más destacados de la cultura Moche. Se trata de un complejo arqueológico de casi 60 hectáreas, ubicado sobre la ribera del río Moche, a 8 kilómetros del sur de la ciudad de Trujillo.
Ø  Es muy probable que la Huaca del Sol haya cumplido las funciones de centro político-administrativo y que la de la Luna fuera un centro religioso mochica, dedicado a os dioses mayores dela sociedad Moche. Estos dioses están ligados a cultos de sacrificios humanos o culto a los muertos. Cada una de ellas es el extremo de lo que alguna vez fue una de las culturas más prominentes de la región, y de eso dan fe las viviendas, avenidas, callejones, corredores y plazas que todavía pueden ser apreciadas.
Ø  Con sus más de veinte metros de altura, la Huaca del sol es el edificio de adobe más grande del mundo.

 ANEXOS.