INTRODUCCIÓN
Conocer la historia juega un papel muy importante
en el desarrollo de los pueblos, ya que nos permite evitar los
errores cometidos por nuestros antepasados, así como también rescatar los
aportes de las diversas culturas a la civilización actual.
La región de la liberad se caracteriza por poseer
riquezas culturales de gran valía, sobre todo, los restos arqueológicos, que
constituyen el legado más importante de nuestros antepasados, que debemos
valorar y conservar para nuestras futuras generaciones. Uno de las culturas que
nos ha legado su patrimonio fue el pueblo Moche, quienes desarrollaron
principalmente la cerámica y la arquitectura.
Es
por ello que, en este trabajo, desarrollamos el tema relacionado a la
arquitectura de los Moche. Las manifestaciones culturales más importantes de su
arquitectura están representadas por las Huacas del Sol y de la Luna.
La
estructura de este informe se conforma mediante la descripción de las experiencias
recogidas de nuestra visita al centro
arqueológico de las huacas de la luna y el sol; para valorar nuestra realidad
regional.
DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO A
LAS HUACAS DEL SOL Y LA LUNA
El recorrido se inicio saliendo de la Universidad
Nacional De Las Santa horas de 6:30 am. Llegando a las 8:30 am al complejo
arqueológico Huacas del Sol y de la Luna incluye dos grandes pirámides truncas,
la Huaca Las Estrellas, Huaca del Cerro Blanco, geoglifo de la Araña y otras
construcciones ubicadas en la costa norte del Perú, en un paisaje caracterizado
por la imponencia del Cerro Blanco, la vegetación que crece gracias a las aguas
del río Moche y la cercanía al mar.
Ambas huacas constituyeron el centro del poder del
milenario pueblo mochica, que se desarrolló entre los año 100 y 900 después de
Cristo. Actualmente el complejo arqueológico, también conocido como Huacas de
Moche, abarca unas 60 hectáreas de extensión.
Ambas huacas están separadas por una explanada de unos
500 metros, donde aún se conserva bajo tierra el centro urbano que albergó a la
élite moche.
Algunos investigadores sostienen que el reino mochica
cayó por el impacto generado por el fenómeno de El Niño, que periódicamente
causa lluvias torrenciales e inundaciones en la costa norte del Perú.
Al caer el reino Moche, sus territorios fueron
ocupados sucesivamente por los pobladores de las culturas Lambayeque y Chimú,
descendientes de los Moche. Alrededor de 1470 los Chimú fueron vencidos por los
incas, poco antes de que los españoles desarticularan al imperio inca, el
Tahuantinsuyo.
Pero antes de visitar LA HUACA DE LA LUNA, compramos
las entradas al museo y la reunía.
EL
MUSEO
La visita al
museo Presenta ceramios únicos, de gran belleza, originalidad y simbología.
Entre ellos tenemos al Pato Guerrero, al Sacerdote Ciego con escarificaciones
en el rostro y en evidente trance shamánico, y el Manto Felino, pequeña prenda
forrada en láminas de oro con soporte de algodón y cuero, decorada con plumas,
utilizada en rituales como la ceremonia de la coca. Se ha diseñado para ser
visitado sin la necesidad de contar obligatoriamente con el acompañamiento de
un guía.
El Museo Huacas de Moche tiene como
finalidad mejorar las condiciones del proceso de investigación y conservación
que desarrolla el Proyecto Arqueológico Huacas del Sol y de la Luna, así como
promover y divulgar los conocimientos alcanzados sobre el sitio de Moche, como
centro principal de la sociedad Mochica.
Está
destinado a impulsar las estrategias de puesta en valor y uso social de este
patrimonio monumental, favoreciendo la afluencia turística y fortaleciendo los
vínculos con la comunidad local. El museo se plantea, entonces, como un espacio
vital de conservación, investigación y difusión de conocimientos.
En la cerámica pictòtoria
En
la cerámica escultórica
La cerámica
Moche, es de todas las culturas peruanas la más realista y expresiva. y tenía
como función servir de ofrendas en los templos y plataformas funerarias.
Dada la
calidad estética y temática de su innumerable producción se ha convertido en el
mejor espejo de su vida cotidiana y espiritual.
Las técnicas
de manufactura en CERÁMICA más usuales fueron el moldeado y el
estampado.
Emplearon la
arcilla con contenidos de hierro (roja) y de alúmina (blanca). Como fundentes
usaron el carbonato cálcico o polvo de huesos y, como temperantes, cuarzo,
silex, pirita molida y arena fina.
Manejaron
temperaturas de 800 ºC a 1000 ºC utilizando leña de algarrobo y huarango como
combustible.
El sitio de
Cerro Mayal, que se encuentra en la parte baja del valle de Chicama; ha
proporcionado informaciones valiosas para la reconstrucción de las actividades
que se realizaban en un gran taller especializado de cerámica; identificándose
la variación de los productos manufacturados y reconstruyéndose así la
naturaleza tecnológica de fabricación, como el uso de moldes y hornos.
Una de las
expresiones culturales más extendida y conocida (aunque muchas veces confundida
tras el evidentemente erróneo calificativo de “arte inca”), es el de la Cerámica de los “HUACOS”.
Los ceramios
o “HUACOS” Moches (vasijas cerradas, de cuerpo globular o escultórico,
base plana y con un gollete tubular en forma de asa estribo), han sido uno de
los elemento primordiales para conocer no solo el espiritu de esta cultura
preincaica, sino la sociedad y el entorno natural en el que se desarrollaron.
En términos
generales ésta es bícroma (rojo
sobre crema). Estos colores poseen una amplia gama de tonalidades,
existiendo una tendencia a ser más oscuras al final del desarrollo Moche.
La cerámica norteña es de color
naranja o crema con los diseños en rojo o púrpura, mientras que la cerámica sureña utiliza el fondo
blanco o crema y los motivos en rojo o en ocre.
Elaboraban
su cerámica individualmente, pero también llegaron a emplear moldes hechos de cerámica para
proveerse de una producción masiva de recipientes especialmente de los que
acompañaban a los difuntos ilustres en calidad de ofrendas.
La
gran mayoría de los ceramios tuvieron uso ritual funerario.
Tan
comprometido con la cultura ha estado la alfarería que incluso ha sido el
elemento del que actualmente nos servimos para determinar las diferentes etapas de evolución cultural Moche.
Cabe
distinguir básicamente tres tipos
de Cerámica: COMÚN,
PICTOGRÁFICA y ESCULTÓRICA.
Cerámica
COMÚN
En la cerámica
COMÚN las formas más usuales son las vasijas cerradas de cuerpo globular,
asa estribo y gollete; los cántaros con gollete evertido; los vasos acampanulados,
llamados también floreros; las figurinas, silvatos, etc.
La
decoración fue a base de dos
colores: crema y rojo indio, siendo la forma más preferida y típica la
BOTELLA ESFÉRICA de BASE PLANA y ASA ESTRIBO.
Por ser “común” no fue menos
extrarordinaria en el contexto cultural preincaico: dentro de la morfología de
la cerámica, existe una gran variedad de formas: botellas, cántaros, ollas,
"cancheros" con mangos y sin ellos, vasos, cuencos, platos, copas.
Cerámica
PICTOGRÁFICA
En la cerámica
PICTOGRÁFICA las escenas pictóricas, a pesar de tener una representación
tan sólo bidimensional, son complejas y trabajadas con pinceles finos sobreincisiones que
las delimitaron previamente.
La cerámica
pictográfica era ejecutada con pinceles de pelo de animales y humanos, plumas
de aves y puntas de carrisillos.
Los diseños o dibujos
se hacían mediantes colores planos, los personajes, llenos de contraste, se
respresentaban de perfil, con algunos espacios rellenados de color rojo indio y
complementado con líneas muy finas y elegantes.
Los motivos pintados en el entorno de
los cuerpos globulares de los ceramios incluyen temáticas variadas de su mundo
ecológico, de sus actividades básicas de caza, pesca, recolección, tecnologías,
batallas, danzas, sexualidad y un complejo mundo de representaciones
ritualísticas: ceremonias de sacrificios humanos, transformaciones míticas:
antrozoomórficas, antro-ictiológicas, antro-ornitomórficas; complementado con
una serie de elementos tipo geométricos, como signos escalonados, grecas,
cruces, círculos, orlas, volutas, etc.
Cerámica
ESCULTÓRICA
En la cerámica
ESCULTÓRICA se reproduce personajes, diseños arquitectónicos, animales, instrumentos
musicales, etc.. Característica general es el uso del llamado asa estribo. Los
ceramios escultóricos son los más
Excepcionales por su realismo y proporciones; muchos
presentan incrustaciones de nácar, hueso e incluso láminas de oro.
Gracias a
sus ceramios podemos igualmente distinguir larepresentación de su fauna, abarcando todas las especies del
entorno geográfico y reino zoológico de la costa, sierra y selva. Muchas de
ellas fueron ejecutadas en forma realista y natural.
Especies domesticadas como la llama, el perro y los cuyes.
Especies
salvajes como:
a) Mamíferos como el puma,
otorongo, zorro, venados, monos, vizcachas, murciélagos, ratones, ballenas,
tiburón, lobos marinos, y focas.
b) Reptiles como la tortuga,
lagartijas,"cañan" especie de lagartija comestible, la iguana, y las
serpientes.
c) Moluscos y Crustáceos como cangrejos,
pulpos, estrellas de mar, caracoles marinos, de tierra o de río, camarones,
erizos, y "caballitos de mar", etc.
d) Peces
como los tollos, rayas, anchovetas, bonitos, chitas, róbalos, bagres, lisas,
lenguados, tramboyos, etc
e)
Batracios: sapos, ranas.
f) Aves:
búhos, lechuzas, palomas, loros, patos, tucanes, guacamayos, papagayos,
picaflores, halcones, águilas, cóndores, etc. o pelícanos, gaviotas, patos
marinos, guanayes, piqueros y zarcillos.
g) Insectos
como las mariposas y arañas
Retratos, de estados psicológicos. ( desbordante gesto de alegría, amor, odio, tristeza, dolor, soberbia y placer, etc.) En cada huaco retrato se refleja el dominio estético de la expresión humana.
Representación
de afectaciones por enfermedades patógenas como: labios
leporinos, jorobados, siameses, afecciones a la columna, crecimiento exagerado
de la cara, manos y pies, presencia de la uta y otros síndromes.
Metalurgia
MOCHE
Los Mochicas fueron expertos fundidores de metales.
Conocieron sus propiedades físicoquímicas; desarrrollaron técnicas de
manufactura y sobre todo aprendieron sobre la extracción de los minerales y los
tratamientos metalúrgicos.
Dominaban el
oro, la plata, el cobre, el plomo, el mercurio y procesos de aleaciones como el
bronce el cobre dorado, oro y plata dorada, que son el resultado de la aleación
del cobre, oro y plata en especiales proporciones, llamado tumbaga, y en
combinación con elementos reactivos, con el objetivo de una depositación
electroquímica, usando para ello minerales corrosivos como: sal común, nitrato
de potasio, alumbre de potasa, sulfatos dobles de aluminio y potasa, sulfato
férrico y cloruro de sodio, antioxidantes, carbón vegetal y greda
Desarrollaron, así mismo, tecnologías de fundición,
refinación, soldaduras al fuego y al frío, repujado, vaciado a través de
moldes, laminados y filigrana, etc.
Confeccionaban una variedad de objetos de uso real,
sacro y militar; también adornos para la élite y domésticos como
collares, narigueras, orejeras, brazaletes, pinzas, sortijas, coronas,
pectorales, platos, copas, cuencos; instrumentos agrícolas, quirúrgicos,
cuchillos, máscaras funerarias, protectores y perfectos instrumentos musicales
como sonajas, pitos, quenas, tambores, etc.
LA LEYENDA
Cuenta la leyenda que durante la “era de los
gentiles”, dos hermanos, habitantes del lugar, encontraron una pequeña
serpiente de dos cabezas a la que adoptaron, llevándosela a vivir con ellos.
Este animal no era una serpiente común, era un demonio que crecía día a día, de
manera exponencial, conforme se alimentaba. Cuando la serpiente alcanzó el
tamaño de un hombre, los habitantes del pueblo obligaron a los hermanos a
deshacerse de ella, pues ponía en peligro no sólo la vida de los animales que
criaban, sino la de los mismos vecinos. Muy a su pesar, los hermanos condujeron
a la serpiente hasta el mar donde, con engaños, la abandonaron. La serpiente,
al darse cuenta de que había sido abandonada, inició el viaje de regreso a la
casa de los hermanos.
En su camino, el ofidio de dos cabezas fue comiéndose
todo lo que encontraba a su paso, incluidos hombres y animales grandes, como
las llamas, ganando cada vez más y más tamaño. Uno de los vecinos del pueblo,
la vio venir a lo lejos y dio la alarma en el pueblo. Todos sus habitantes
emprendieron una huida que los llevó hasta las faldas del cerro que ahora se
conoce como cerro Blanco.
En el momento en que la serpiente de dos cabezas llegó
a ponerse a tiro para devorarlos, el cerro Blanco se abrió y por él entraron
todos los pobladores de la aldea, cerrándose a su paso. Cuando el peligro pasó,
los hombres salieron desde las entrañas de la montaña tras lo cual esta se
cerró. La línea negra que atraviesa el cerro Blanco sería la cicatriz que quedó
tras esta experiencia sobrenatural. Viendo que este cerro era mágico y que el
dios de la montaña les había ayudado a ocultarse de la serpiente, los hombres construyeron
en su honor el templo que ahora conocemos como la Huaca de la Luna y vivieron a
sus pies, fundándose la ciudad que ahora los arqueólogos y conservadores tratan
de entender, desentrañando sus secretos para el mundo.
HUACA DEL SOL
La Huaca del Sol es un edificio construido
con fines administrativos, consistente en una pirámide escalonada
de unos 43 metros de altura. Cuenta con cinco grandes terrazas, la mayor de
ochenta metros de longitud, sobre unas bases de 228 de largo por 136 de ancho y
la plataforma de 18 metros de altura, está coronada por una pirámide de 23
metros de alto, que tiene una base cuadrangular de 103 metros de lado. Según la
leyenda, este monumento fue construido en tres días por un cuarto de millón de
hombres habiendo utilizado aproximadamente unos 130 millones de adobes. Esta
Huaca fue el centro político administrativo de esta cultura y de vivienda para
la alta sociedad mochica. El templo es una de varias ruinas
que se encuentran cerca de la cima de Cerro Blanco, en el desierto costero
cerca de Trujillo, Perú.
Por 450 CE, ocho diferentes etapas de la construcción se
había terminado en la Huaca del Sol. La construcción del templo fue aditivo;
nuevas capas de ladrillos se colocan directamente en la parte superior de las
cantidades de edad, por lo tanto, gran cantidad de ladrillos necesarios para su
construcción.
Se ha estimado por los
arqueólogos que la Huaca del Sol se compone de más de 130 millones de ladrillos
de adobe y era la mayor estructura de adobe precolombina construida en las
Américas.
El número de marcas de
fabricantes diferentes en los ladrillos sugiere que más de un cientos de comunidades diferentes contribuido
ladrillos para la construcción de las Huacas.
La Huaca del Sol se compone
de cuatro niveles principales y la estructura fue ampliada y reconstruida por
los gobernantes diferentes a lo largo del tiempo. Situado en el centro de la
ciudad capital de Moche, la evidencia arqueológica sugiere que este templo fue
utilizado para la actividad ritual y como residencia real y cámaras funerarias.
Se
ubica en la planicie que separa las dos huacas. Esta zona aún no ha sido
excavada, por lo que no es posible visitarla. Desde la parte alta de la
huaca de la Luna se puede tener una visión panorámica de su extensión.
Son construcciones de adobe donde residieron los personajes de la élite, los artesanos y otras personas que trabajaban para el Estado Moche. Las estructuras evidencian funciones administrativas, residenciales, religiosas y artesanales; así como la producción de la chicha. Su planificación presenta corredores, plazas, grandes avenidas, canales de agua y una zona funeraria.
Son construcciones de adobe donde residieron los personajes de la élite, los artesanos y otras personas que trabajaban para el Estado Moche. Las estructuras evidencian funciones administrativas, residenciales, religiosas y artesanales; así como la producción de la chicha. Su planificación presenta corredores, plazas, grandes avenidas, canales de agua y una zona funeraria.
Durante la ocupación
española del Perú en el siglo XVII, las aguas del río Moche fueron
re-direccionados a funcionar más allá de la base de la Huaca del Sol con el fin
de facilitar la recuperación de artefactos de oro del templo. La creación de esta mina hidráulico dañado
enormemente la Huaca del Sol, y se estima que aproximadamente dos terceras
partes de la estructura se ha perdido a la erosión y los saqueos.
La
estructura restante se encuentra a una altura de 41 metros (135 pies). Se cree
que originalmente fue de unos 50 metros de altura. Los saqueos y la erosión
debida a El Niño continúan siendo las principales preocupaciones para el día de
hoy.
La
parte occidental de la huaca fue destruida durante el periodo colonial por
inescrupulosos "huaqueros" (ladrones de restos arqueológicos) quienes
con la finalidad de buscar tesoros en el interior desviaron el curso del río
Moche el cual partió la pirámide en dos. El resultado fue desastroso y aunque
los saqueadores no encontraron ningún tesoro que llevarse la corriente arrasó
cerca de dos tercios del edificio.
Sin
embargo, ese mismo corte permitió ver que toda la pirámide estaba construida
con adobes. Al haber sido cortada desde la base también se pudo observar que la
Huaca del Sol no fue construida en un solo momento, sino que sufrió muchas
modificaciones y ampliaciones hasta tener la estructura con la que actualmente
la conocemos. Se han llegado a contar hasta ocho etapas constructivas siendo la
más antigua la de la primera fase Moche.
HUACA DE LA LUNA
El
mundo de los moches estaba regido por un calendario ceremonial que emulaba el
ciclo de la naturaleza, las estaciones, el movimiento de los astros y los
principales fenómenos naturales, como el inicio de la época de lluvias, los
solsticios, equinoccios y eclipses de sol y luna. En la Huaca de La Luna, los
sacerdotes y gobernantes Moche celebraron las principales fechas de este
calendario ceremonial, adornando esta pirámide con bellos frisos y
altorrelieves multicolores.
HUACA DE LA LUNA
El templo principal
de la cultura Mochica fue la Huaca de la Luna, separada 500 m de la Huaca del
Sol. Sus dimensiones abarcaban un área de 290 x 210 m, orientada de norte a
sur.
En realidad se trata de una serie de construcciones superpuestas correspondientes a diferentes épocas, incluso siglos de diferencia. Como nos comentara la guía, no necesariamente se trataba de restauraciones, sino que implicaba el surgimiento de nuevas dinastías, que construían una pirámide sobre la anterior.
La Huaca se compone
de una gran plataforma construida de abobe sólido, ubicada en la esquina
suroeste del monumento. La segunda plataforma se halla en la esquina sureste y
la tercera en la esquina noreste. Estas plataformas se conectaban a través de
cuatro plazas que se emplazaban a distintas alturas. La plaza más grande (180 x
100 m) y acceso al conjunto se ubica al norte (esta es en realidad una
característica común a las construcciones mochicas). La segunda plaza se
encuentra frente a la primera, pero 3.5 m más arriba. La tercera y cuarta
plazas eran más pequeñas y se encuentran en la parte superior del conjunto.
La plaza principal era decorada con motivos de guerreros, y aquí se llevaban a cabo sacrificios humanos.
En contraste con el
sobrio minimalismo de los incas, las construcciones mochicas estaban te
decoradas con murales policromáticos que alternan tonos rojos, amarillos,
azules, blancos y negros en la representación de motivos guerreros y religiosos.
Particularmente notable es la figura del Dios Degollador o Ai apaec.
"Tales pinturas no eran solamente
decorativas, aunque cumplieron un rol vivaz al incorporar el color y el ritmo a
los finos enlucidos de barro de los muros de los recintos principales. Tuvieron
significado. Fueron jeroglíficos. Parte de una semántica ahora olvidada.".
Las composiciones
murales mantienes características comunes a otras culturas en el arte peruano:
patrones geométricos, simetría, figuras antropomórficas, colores planos.
"Las bellas y
sugerentes obras murales vinculadas a moche fueron realizadas sobre fondo
blanco aliado y pintado de blanco. Se trazó una incisión leve, con trazo
seguro, que después fue pintada de negro. Las superficies así delineadas fueron
pintadas con rojo, rosado, amarillo, azul, marrón, en colores planos, sin
degradé."
Imagino
pues la potencia de este paisaje artificial creado en un medio inhóspito,
presidido por la forma cónica del Cerro Blanco y secundada por las imponentes
moles de adobe. Los habitantes de la ciudad debieron haberse sentido
sobrecogido por la imponente presencia de estos gigantes monumentos entonces
polícromos, y danzas y rituales debieron haber poblado sus plazas, además de
numerosos sacrificios humanos a fin de aplacar la ira de los dioses, siempre
sedientos de sangre.
Estas
enormes pirámides debieron también haber impresionado sobremanera a los incas a
su paso por estos territorios durante la conquista del norte. A pesar de haber
estado abandonadas ya por 500 años en ese entonces los incas no pudieron dejar
de asignarles un significado sagrado y llamarlas "huacas"
Al final, encontré esta visita sumamente interesante
y, gracias a los recientes descubrimientos arqueológicos, pude ver mucho más de
lo que había visto en oportunidades anteriores. Con los fascinantes planes de
excavación y las muchas cosas por descubrir, así como la implementación del
museo de sitio en construcción, la antigua capital Moche promete mostrar muchos
más de sus tesoros ocultos en un futuro cercano.
CONCLUSIONES
Ø El
norte del país es una zona de gran interés arqueológico que por varias
generaciones de estudiosos han visto en la costa norte peruana, una zona con
una gran tradición cultural Moche y Chimú.
Ø Los
Moche fueron poseedores de grandes valores históricos,
estéticos, culturales y sociales, por lo que su legado histórico-cultural nos identifica como región.
Ø Es
importante resaltar uno de los detalles en las técnicas de construcción que
utilizaron los Moche. Las construcciones arquitectónicas fueron hechas de
adobe, usando la técnica del “bloque de adobe tramado”.
Ø Las
Huacas del Sol y de la Luna son los templos más destacados de la cultura Moche.
Se trata de un complejo arqueológico de casi 60 hectáreas, ubicado sobre la
ribera del río Moche, a 8 kilómetros del sur de la ciudad de Trujillo.
Ø Es
muy probable que la Huaca del Sol haya cumplido las funciones de centro
político-administrativo y que la de la Luna fuera un centro religioso mochica,
dedicado a os dioses mayores dela sociedad Moche. Estos dioses están ligados a
cultos de sacrificios humanos o culto a los muertos. Cada una de ellas es el
extremo de lo que alguna vez fue una de las culturas más prominentes de la
región, y de eso dan fe las viviendas, avenidas, callejones, corredores y
plazas que todavía pueden ser apreciadas.
Ø Con
sus más de veinte metros de altura, la Huaca del sol es el edificio de adobe
más grande del mundo.
ANEXOS.